Por: Ing. Agr. (MSc) Leonardo A. Vique
Manifestaciones
Clínicas.
Los síntomas de BOCOPA son: Los animales afectados experimentan pérdida de peso, babeo por ulceraciones en la boca, claudicaciones debido a desprendimientos de pezuñas y caída de pelos, especialmente en la cola. En casos más severos, se pueden observar signos nerviosos graves, convulsiones y hemorragias en los ojos. Desafortunadamente, la enfermedad presenta una alta morbilidad y mortalidad, con tasas de letalidad que alcanzan hasta el 38% en bovinos y un alarmante 49% en ovinos, según datos históricos acumulados.
Crecimiento del Hongo
y Riesgo Aumentado.
BOCOPA es considerado una enfermedad emergente, especialmente con el aumento de brotes en paralelo al crecimiento de la forestación y sistemas silvopastoriles en Uruguay. Este hongo prolifera de manera masiva en otoño, particularmente después de veranos secos, como el actual. Los meses de abril, mayo y junio son críticos, y las autoridades ya han reportado un rebrote temprano en áreas como Tacuarembó.
Diagnóstico y Dificultades.
La detección temprana de la enfermedad es crucial. Debido a que los síntomas pueden asemejarse a enfermedades como la Fiebre Aftosa o incluso a la Encefalopatía Espongiforme Bovina (BSE), es muy importante que los productores contacten con veterinarios y reporten cualquier caso sospechoso a los Servicios Departamentales de Sanidad Animal. En caso de brotes, se recomienda remitir muestras del hongo o de animales afectados a los laboratorios de DILAVE.
Características del
Hongo Ramaria flavo-brunescens.
Este hongo, que se encuentra en los montes de eucalipto, es fácilmente identificable por su color amarillo, que oscurece con el tiempo. Su forma es ramosa, similar a la de la coliflor, y puede alcanzar entre 8 y 10 cm de altura. Vive entre 5 a 10 días dependiendo del medio ambiente, proliferando en áreas de escasa vegetación, especialmente en otoño.
Intoxicación y
Consecuencias.
La ingestión de este hongo por parte de los animales provoca síntomas que aparecen entre tres y cuatro días después. Estos incluyen babeo extremo, dificultad para alimentarse, adelgazamiento progresivo y movilidad reducida. Sin atención, los animales pueden fallecer entre 8 y 12 días tras la intoxicación, debido a la inanición y deshidratación provocadas por las severas lesiones.
Recomendaciones de Manejo.
Dado que actualmente no existe un tratamiento específico para la intoxicación, el enfoque debe estar en el bienestar del animal afectado. Se sugiere monitorear los potreros con eucaliptus, especialmente en otoño, y en caso de identificar el hongo, trasladar a los animales a pasturas libres de riesgo. Además, una práctica recomendada es hacer pasar al ganado varias veces por las zonas donde se encuentre el hongo, a fin de romperlo y evitar su propagación.
Conclusión.
La intoxicación por Ramaria flavo-brunescens
representa un desafío significativo para la sanidad ganadera. Los productores
deben estar alertas, reportar cualquier caso sospechoso y trabajar de la mano
con los veterinarios para mitigar los riesgos asociados. La prevención y el
monitoreo son esenciales para salvaguardar la salud del ganado y garantizar la
productividad.
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