Por Ing. Agr. Leonardo Vique Como profesional, a menudo reflexiono sobre las múltiples adversidades que enfrentamos en el cultivo del trigo. Desde condiciones climáticas extremas como la sequía y las inundaciones, hasta el acecho constante de plagas y enfermedades, cada temporada es un nuevo desafío. Entre los problemas más prominentes que tenemos que enfrentar, los pulgones o áfidos ocupan una posición preeminente, especialmente en la fase inicial del cultivo. Los pulgones, con su extraordinaria capacidad de reproducción, partenogénesis, viviparidad y notable polimorfismo, pueden convertirse rápidamente en una plaga devastadora si no se actúa con celeridad. He observado cómo estos pequeños insectos pueden provocar daños significativos en el rendimiento del cultivo si no son detectados a tiempo. Los daños que generan pueden ser tanto directos, al succionar la savia de las hojas y liberar saliva con efectos fitotóxicos, como indirectos, al actuar como vectores de enfermedades virósic