Por Ing. Agr. Leonardo Vique.
En Uruguay, este año la
planificación de los cultivos de invierno se encuentra atrasada debido a
diversos factores que han impactado en el ciclo agrícola.
El comienzo de la zafra de
cultivos de invierno se encuentra retrasado en unos 10 a 15 días en comparación
con una temporada normal. Este retraso se debe, en gran medida, al déficit
hídrico que se dio al comienzo de la siembra de Soja.
Debido a ese déficit hídrico, la
implantación de los cultivos de soja fue más lenta, especialmente en los
cultivos de segunda que van detrás de los que ya se están levantando. Sin
embargo, las posteriores precipitaciones permitieron consolidar las áreas ya
plantadas y motivaron aquellos productores que estaban en duda a sembrar las
áreas de segunda. A pesar de los retrasos, se espera que las condiciones
climáticas mejoren para lograr un buen rendimiento en la cosecha.
Se deben aprovechar al máximo los
recursos disponibles y adoptar estrategias eficientes para garantizar una buena
producción agrícola de invierno. Además, es importante estar atentos a los
cambios en el clima y adaptarse a las condiciones cambiantes para asegurar el
éxito de la zafra.
Perspectivas para cultivos de invierno zafra 2024:
Para el ejercicio 2024-2025, se
prevé una subida en las relaciones de precio, lo que indica que se necesitarán
más kilos de granos para obtener la misma cantidad de insumos como
fertilizantes y fitosanitarios. En particular, se observa que la relación de
precios está más elevada o subiendo más en trigo, mientras que tiende a
estabilizarse o mejorar para cebada y colza. En cuanto a los rendimientos
estimados para trigo (4300 kg), cebada (4400 kg) y colza (1800 kg), se espera
que los márgenes brutos sean bajos, especialmente en el caso de la colza, con
un margen negativo después de los costos.
En términos de costos, se observa
que el trigo estaría ligeramente por encima de años anteriores, pero dentro de
valores promedios comparando con los últimos 10 años. La cebada y la colza
también muestran un aumento en los costos, pero siguen dentro de los valores
promedio de años anteriores. En cuanto a los rendimientos de equilibrio para
obtener un margen bruto cero, se espera un aumento en trigo y cebada, mientras
que colza se estabiliza a la baja.
Se proyecta que el doble cultivo,
especialmente con cultivos de invierno seguido de soja, podría ser beneficioso
en términos de margen bruto en comparación con los cultivos de primera. La
colza sigue teniendo un lugar en los sistemas agrícolas debido a su efecto
antecesor positivo en los rendimientos de cultivos posteriores. Se sugiere
considerar cuidadosamente la elección de las áreas para sembrar colza, teniendo
en cuenta el efecto de herbicidas residuales en el rendimiento.
En términos de planificación de
siembra, se destaca la importancia de armar una rotación adecuada para
maximizar los efectos de los antecesores en los rendimientos y márgenes.
Respetar esta rotación podría resultar en un aumento del 25% en el margen bruto
por año. En general, se espera una temporada desafiante que requerirá
decisiones bien planificadas y una correcta selección de cultivos y rotación
para minimizar las pérdidas y capitalizar los efectos positivos en los márgenes
a lo largo de los años.
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