Las enfermedades carenciales de los pequeños rumiantes
no son conocidas en profundidad. En revistas de actualización se publican
informes de casos aislados en los que se ha logrado confirmar la aparición de
casos clínicos ó subclínicos causados por la carencia ó deficiencia de un
mineral o vitamina.
Las enfermedades carenciales de los pequeños rumiantes
no son conocidas en profundidad. En revistas de actualización se publican
informes de casos aislados en los que se ha logrado confirmar la aparición de
casos clínicos ó subclínicos causados por la carencia ó deficiencia de un
mineral ó vitamina, lo que evidentemente va dando lugar a la posibilidad de
elaborar conclusiones que permitan a los profesionales que se enfrentan con
esas enfermedades prevenirlas y tratarlas eficazmente.
Tanto los ovinos cuanto los caprinos son especies que
se crían en áreas marginales, no en zonas de gran fertilidad, porque
precisamente su característica es que viven y producen bien en esas zonas donde
los vacunos sobreviven a duras penas. Son especies que se caracterizan por
tener bajos requerimientos en minerales y vitaminas, quizá a costa de una menor
eficiencia de conversión pero una mayor "elasticidad" geográfica.
Probablemente con la gran difusión que están teniendo
tecnologías de producción pecuaria como los feed-lot (engorde intensivo a
corral) ó los tambos de cabras y ovejas y se les exija a estos animales mayor
productividad y eficiencia individual, aparezcan con más frecuencia las
enfermedades carenciales, que pasarán a integrar el grupo de las enfermedades
de la producción.
Este concepto es especialmente cierto para la
hipocalcemia aguda postparto, prácticamente desconocida en ovejas y cabras, las
que al ser seleccionadas rigurosamente por producción lechera y exigidas a
fondo por el sistema de explotación comenzarán a padecer la misma hipocalcemia
que afecta a las vacas lecheras de alta productividad.
Existen varias enfermedades carenciales que afectan a
ovinos y caprinos. En este resumen hemos elegido las 3 más comunes a nuestro
juicio y dejamos otras menos frecuentes en nuestro medio para una segunda
entrega.
Las elegidas para este trabajo son la hipocalcemia, la
hipomagnesemia y la ataxia enzoótica ovina.
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