La tuberculosis es una enfermedad crónica que afecta a
una gran variedad de animales incluyendo las aves de corral y es causada por
una bacteria del género Mycobacterium. Se caracteriza por el desarrollo de
lesiones granulomatosas en los tejidos y órganos de los animales que afecta. En
los bovinos, la tuberculosis es causada por el Mycobacterium bovis y es además,
una importante enfermedad zoonótica.
Transmisión
Los animales enfermos constituyen la principal fuente
de transmisión de la enfermedad. El microorganismo es eliminado del hospedador
a través del aire que exhalan y también por las excreciones y secreciones. La
inhalación es la principal vía de entrada de la bacteria y para los terneros,
la leche infectada es también una importante fuente de infección. Una vez
producida la infección, el microorganismo se distribuye a través de a) por
complejo primario de infección (lesión en el punto de entrada y del linfonódulo
local) y b) por diseminación a partir del complejo primario de infección.
1. Leve estado febril
2. Tos crónica, intermitente y cortante asociada con
neumonía
3. Dificultad en la respiración
4. Debilidad y pérdida de apetito
5. Emaciación
6. Inflamación de los linfonódulos superficiales del
cuerpo
2. Las lesiones activas pueden presentar un aspecto
rojizo en la perifería de la masa caseosa que se encuentra en el centro del
linfonódulo.
3. Las lesiones inactivas pueden estar bien
encapsuladas y calcificadas.
4. Presencia de nódulos granulomatosos sobre la pleura
y peritoneo
5. Lesiones localizadas en los pulmones, hígado, bazo y
riñones
6. Bronconeumonía
7. Glándula mamaria firme y agrandada, afectando
particularmente a los cuartos traseros de la ubre.
8. Lesiones en las meninges, médula ósea y
articulaciones
Alcances
legales
Las reses de animales afectados por tuberculosis
requieren una inspección adicional de los linfonódulos, articulaciones, huesos
y meninges. Se sugiere seguir las recomendaciones que el Codex Alimentarius
establece para los bovinos y búfalos enfermos de tuberculosis.
i. Cuando un programa de erradicación ha concluído o en
el caso de una infección residual o re-infección
ii. En la etapa final del programa de erradicación con
baja prevalencia natural de la enfermedad
iii. Durante la etapa inicial del programa de
erradicación en áreas con alta prevalencia de la enfermedad
Las reses sin lesiones de animales que han reaccionado
positivo a la prueba intradérmica de diagnóstico pueden ser liberadas pero con
restricciones. Si la situación económica lo permite las reses deberían ser
decomisadas. Se sugiere el tratamiento de la carne por calor durante la fase
inicial o final del programa de erradicación cuando se observan lesiones
granulomatosas en uno o más órganos, cuando es de tipo millar o si no se
observan signos de generalización o distribución reciente de la bacteria por
vía hematógena. Si la situación económica lo permite las reses deben ser
decomisadas.
En algunos países, si las lesiones presentes en los
órganos se muestran inactivas (calcificadas y/o encapsuladas) y sin compromiso
de los linfonódulos las reses son liberadas para el consumo.
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