Los cercos eléctricos son una herramienta indispensable
para toda la explotación agropecuaria y permiten manejos y subdivisiones que no
podrían hacerse de otra forma, por lo que al ser una solución económica no se
debe exagerar el ahorro, perjudicando el éxito del sistema.
TIPO DE ALAMBRE
De acuerdo con el concepto de que cuanto más grueso es
el conductor, menor será su resistencia eléctrica y mayor su conductividad, en
toda la extensión de las líneas madres o distribuidoras de corriente debe
usarse 17/15. La calidad del alambre debe ser buena ya que por ser
el galvanizado un baño, al saltarse genera focos de óxido en nudos y puentes,
perjudicando la conducción. Para equipos mayores a 4 joules es imprescindible
respetar estas recomendaciones. En las instalaciones locales o en las parcelas
que se “alimentan” de la línea madre se puede reducir la sección, con alambres
tipo 14/12.
LOS CABLES ELECTROPLASTICOS se utilizan sólo con
carretel, recomendándose los de 6 hebras de acero o más. No se recomienda
utilizar en tramos mayores a 500 mts. por línea porque disminuye mucho el
voltaje. Hay piolines que además poseen hilos de cobre que le dan mucha mayor
conductividad.
LAS CINTAS ELECTROPLASTICAS cumplen funciones similares
a los cables plásticos aportando mucha mayor visibilidad todavía por su ancho y
por el movimiento que les produce el viento. Se usan para manejo de caballos en
instalaciones fijas o temporarias con carretel, para el control de animales no
tradicionales o para animales que están en período de aprendizaje.
PASTOREO EN FRANJAS
Cuando es necesario cambiar las parcelas diariamente o
cada pocos días, se debe recurrir al uso del carretel y las varillas metálicas
o plásticas. Las primeras fueron una herramienta eficaz y económica durante
años hasta la aparición de varillas plásticas.
No recomendamos el uso de varillas de acero con “rulo”
o “cola de chancho” por ser mal aislantes las mangueras y deteriorarse
rápidamente por los efectos del sol o del roce con los cables. Las varillas
plásticas al ser livianas, flexibles y permitir varias alturas del cable, han
desplazado a las de acero en los pastoreos rotativos.
AISLADORES ESQUINEROS O TERMINALES
Son estos los aislantes que soportan la tensión del
alambre y los estiramientos a los que se someten los eléctricos. En su
elección influye el destino o tiempo de vida previsto para la instalación y las
condiciones climáticas de la zona.
Para ser considerados buenos
aislantes deben garantizar una distancia mínima de 15mm. entre el alambre
electrificado y el que se pretende aislar, de tal manera que de ninguna forma
se toquen o haya una inducción eléctrica entre ambos. Esta premisa es
fundamental en la elección de cualquier aislante a tener en cuenta. No se
recomiendan los aisladores de arranque macizos porque se parten con la tensión.
En la línea madre o en cercados permanentes de varios
hilos, donde la construcción es definitiva y de mayor esfuerzo por tensión hay
que elegir los nuevos aislantes de fibra de vidrio y nylon de larga vida.
Los alambrados internos y las subdivisiones de parcelas, permiten el uso de
esquineros plásticos, recomendando que la elección sea en base a su diseño y
calidad y no exclusivamente a su costo. Un aislador es barato por
poca y mala calidad de material plástico lo que hará que no soporte el esfuerzo
al que será sometido y “saltará” al poco tiempo, obligando a un permanente control
y gasto por reposición.
A diferencia de los esquineros, los aisladores para
piques, no trabajan con tanto esfuerzo y sólo deben garantizar que el alambre
corra libremente, para poder bajar o subir los alambres para el paso de
hacienda o vehículos. También se recomienda elegir aisladores fuertes, de
materiales plásticos aditivados contra UV, para evitar recambios frecuentes. Se
recomiendan el color negro, tipo “W”.
AISLADORES PARA VARILLAS O POSTES DE
ACERO
Al recorrer una instalación a la búsqueda de fallas, la
primera pregunta es si hay varillas de acero y cómo están instaladas. Es tan
grande el riesgo al no asegurar una buena aislación cuando se trabaja con estos
materiales, que hay que prestar especial atención a los 15mm. y a la calidad de
plástico que lo compone.
Cuando por economía se resuelve el empleo de varillas o
postes metálicos, el gasto debe aplicarse a un buen aislante, cuyo diseño
asegure que no se salga el alambre y toque el metal.
MANIJAS AISLANTES
Hay oportunidades en la instalación que es necesario el
empleo de manijas aisladas para poder mantener electrificado el paso,
permitiendo abrir o cerrar sin interrumpir el circuito. El diseño tiene
que asegurar que no tengan corriente aún en los días de humedad.
El resorte o espiral que facilita su apertura no debe
ser sometido a grandes tensiones, sino que todo el alambre del paso debe estar
flojo para poder abrir fácilmente y darles mayor vida útil a las manijas.
Las cintas electroplásticas también son usadas para
acoplar a las manijas y darle más visibilidad al paso.
CABLE SUBTERRÁNEO
Han sido diseñados específicamente para este trabajo.
Se componen de un alambre de acero doblemente aislado que se utiliza para el
paso de puertas, cruce de calles o cada vez que sea necesario hacer pasos bajo
tierra. A pesar de su excelente aislación, deben ser protegidos además por
mangueras o caños plásticos que garanticen seguridad de conducción sin
pérdidas. También pueden ser utilizadas para llevar el VIVO desde el
electrificador hasta el alambre en cortas distancias.
Ha salido al mercado últimamente cable subterráneo de
alta conductividad (2,5mm.) especial para electrificadores mayores a 4 joules.
INTERRUPTORES DE LÍNEA O LLAVES DE
CORTE
Al crecer el tamaño de las instalaciones, se vuelve
necesario facilitar la conexión o desconexión de sectores, con las llaves de
corte o interruptores, permitiendo hacer cambios de parcela, reparar los
alambres o aisladores, eliminar sectores sin uso y detectar pérdidas, sin tener
que levantar los puentes (siempre vuelven a hacerse en forma deficiente).
Los interruptores de línea hacen más fácil el trabajo
del personal y garantizan uniones fijas y firmes a lo largo del tiempo.
Estos separadores permiten instalar un alambre
electrificado paralelo a un convencional, para protegerlo de la presión que
ejercen los animales al rascarse, como rejuvenecedor de viejos alambres o como
línea conductora de corriente para alimentar otras parcelas.
DERIVADOR DE RAYOS
Mal denominado pararrayos, este accesorio protege y
disminuye considerablemente los riesgos de las tormentas eléctricas, por las
peligrosas descargas que pueden quemar equipos o paneles. Cuando un rayo cae en
un eléctrico, “busca” la forma más fácil y rápida de llegar a la tierra más
cercana. Estos diversificadores lo desvían a tierra entes de alcanzar a
perjudicar el equipo.
Protege de los rayos que caen en el alambre eléctrico,
pero no de los rayos que entran a través de la red a 220V.
DETECCIÓN DE FALLAS
Para aprender a encontrar una pérdida es necesario
conocer cómo se comporta el voltaje de la “patada”, en una instalación de
alambrados eléctricos. Este es el único parámetro medible que nos
indicará cómo está funcionando el sistema, su conocimiento tanto del productor,
como del personal que lo maneja, estimulará un buen mantenimiento de la
instalación.
Podemos decir que en una correcta o ideal instalación,
el voltaje es uniforme o igual en todas partes, lo que indica que cualquier
cortocircuito o pérdida produce una caída del voltaje en todo el sistema.
Esto significa que la lectura en los bornes del energizador es, salvo pequeñas
variaciones, igual que en cualquier otro lugar del circuito, lo que facilita y
permite una rápida detección de las pérdidas que afectan al voltaje.
Es en este punto es donde una
correcta sectorización cobra vital importancia, ya que todo el método de
búsqueda se basa en mediciones por eliminación de sectores. Al comprobar
con el voltímetro digital en los bornes del energizador, que la “patada” es
baja o insuficiente, es necesario salir al campo a encontrar el problema que
ocasiona la pérdida. Al llegar a la división de alambres más cercana al equipo
se hace la primera prueba de eliminación en donde probablemente ya detectemos a
cual sector pertenece el problema. A partir de allí y basándonos en la misma
metodología, iremos eliminando sectores para rápidamente solucionar el “corto”
que nos afectaba.
Queda claro entonces que si el voltaje sube
notablemente al eliminar un sector, la falla se encuentra en el sector
eliminado.
En una buena instalación y con el energizador bien
dimensionado puede ocurrir, que al final de la línea haya una subida de
voltaje.
Una caída del mismo a medida que nos alejamos del
equipo, puede indicar acumulación de pérdidas, malas conexiones o radio de
acción o alcance del equipo superados. El no detectar ningún defecto
notorio en la instalación cuando hay bajo voltaje puede ser indicativo de la resistencia
producida por la cantidad de alambre electrificado, por condiciones de mala
humedad en el suelo o acumulación de pequeñas pérdidas en la línea.
Como durante el día se podrán
observar diferentes lecturas, todas las mediciones, como los recorridos para
detectar las fallas deben realizarse en condiciones de humedad normales o sea cuando el rocío
levantó y la lectura es más confiable.
Solamente a medida que nos acercamos a la pérdida se
nota una progresiva y relativa caída del voltaje. Como dato curioso, la
interferencia en la radio de un vehículo se hace más pronunciada también cerca
de la falla, lo que indica que cuanto más interfiere el eléctrico a la
radio, mayor es la cantidad de pérdidas del sistema.
La detección de fallas en sistemas centrales es
imposible sin la ayuda de un voltímetro digital o al menos el de 5 luces. Cosa
que no es tan importante en instalaciones locales de fácil recorrido, salvo que
la subdivisión sea muy intensa.
El voltaje mínimo para control es 3000V. De todas
maneras es bueno recordar que a mayor energía en joules del electrificador, su
poder de control, y el “dolor” de la patada para el ganado, es mayor que un
electrificador pequeño, aún cuando en el alambre los dos entreguen 3000V.
FALLAS MÁS COMUNES
Para colaborar a comprender el párrafo anterior, es
bueno recordar las fallas más habituales que detectamos en el campo:
b) Mala conexión del energizador al alambre.
c) Energizador mal dimensionado.
d) Contactos o puentes flojos.
e) Aislantes no aconsejados (mangueritas, goma negra, madera, huesos, etc.)
f) Cruces con alambres neutros que descargan a tierra.
g) Aisladores saltados en varillas o postes metálicos.
h) Varillas “cola de chancho” o con “rulo”.
i) Excesiva vegetación tocando los alambres.
j) Cortocircuitos accidentales (alambres sueltos colgados, ramas caídas, aisladores esquineros saltados, etc.)
k) Acumulación de óxidos.
Un método práctico y duradero para el control de malezas debajo de los alambres es aplicar herbicidas totales que evitan el permanente corte y control de los pastos que producen las pérdidas.
Comentarios
Publicar un comentario